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La Concejalía de Medio Ambiente está coordinando una nueva campaña de tratamiento y control del mosquito tigre en focos sensibles a la proliferación del insecto, especialmente en sumideros y zonas de agua estancada. En este momento ya se han llevado a cabo las dos primeras acciones
Etiquetas naturaleza patrimonio, medio ambiente, benicarlo
Publicado el26/4/2018
Desde principios del mes de abril, el Ayuntamiento de Benicarló, a través de la Concejalía de Medio Ambiente, ha llevado a cabo diferentes trabajos de tratamiento de choque y control del mosquito tigre en dos actuaciones concretas. El tratamiento consiste en aplicar un producto antilarvario que se deposita en los puntos principales de cría (sumideros del municipio, zonas húmedas del Barranquet y zonas de agua estancada o procedente de lluvia).
A partir de ahora, las siguientes acciones se centran en una programación ordinaria del tratamiento, con una periodicidad variable dependiendo de las condiciones meteorológica,s como la lluvia y la temperatura. En cualquier caso, el tratamiento periódico continuado se mantendrá hasta el mes de noviembre.
El concejal de Medio Ambiente, Ximo Bueno, constató que «desde principios de abril estamos efectuando tratamientos periódicos preventivos». Bueno ha recordado que «aparte de los tratamientos, es muy importante la responsabilidad de los ciudadanos a la hora de evitar la proliferación del mosquito tigre», tanto en las casas como en los jardines y piscinas. El concejal ha remarcado que «debemos evitar la acumulación de pequeñas cantidades de agua estacada en botes, macetas, floreros, neumáticos u otros recipientes que son focos de cría de esta especie».
Desde la Concejalía de Medio Ambiente se recuerda también que el mosquito tigre tiene una actividad diurna y un comportamiento agresivo, con picaduras más numerosas y dolorosas que las de los mosquitos autóctonos y que incluso atraviesan la ropa. El mosquito tigre pone los huevos dentro de recipientes o elementos del exterior que acumulan agua: juguetes, ceniceros, cubos, macetas, piscinas de plástico, lavaderos, depósitos de agua, bidones, canalones, bebederos para animales de compañía o jarrones del cementerio, entre otros. «Para evitar su proliferación es necesario vaciar este recipientes dos veces por semana, ponerlos boca abajo o taparlos con tela mosquitera», subrayó Ximo Bueno.
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