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Constatada la reproducción de la tortuga boba en el delta del Ebro durante el 2017

El equipo de gestión del parque natural localiza dos crías de tortuga boba, hecho que no se producía desde la década de los 90 del siglo pasado. Desde 2006 se han reportado 11 intentos de reproducción, seis con éxito, en la costa catalana, distribuidos entre la Selva y el Montsià

Etiquetas   naturaleza patrimonio, delta ebro

Publicado el14/5/2018

Constatada la reproducción de la tortuga boba en el delta del Ebro durante el 2017 | EbreActiu.cat, revista digital de ocio activo | Terres de l’Ebre... Uno de los ejemplares muertos localizado en la playa de los Eucaliptus


El equipo de gestión del Parque Natural del Delta del Ebro, del Departamento de Territorio y Sostenibilidad, constató dos indicios de reproducción de la tortuga boba (Caretta caretta) en el ámbito del parque natural durante el 2017. Estos hallazgos se suman a las que ya han sido registradas de forma puntual, pero relativamente continuada, desde el 2006 en toda Cataluña.


Evidencias en dos playas

El primer indicio se basa en el hallazgo de un rastro de entrada y salida al mar en la Punta de la Banya el pasado 23 de julio. Como las tortugas marinas únicamente salen del agua cuando van a poner los huevos, las marcas evidencian que una hembra adulta buscó un lugar para hacerlo, recorrió unos 25 metros tierra adentro y retornó al mar. Aunque se inspeccionó la zona, el personal técnico no encontró ningún indicio de nido. En días posteriores se realizó una prospección general para todo el litoral deltaico con resultados de nuevo negativos.

El segundo es del 11 de marzo de 2018. Durante una actividad de limpieza de playas, organizada por el parque natural durante la campaña Por un Delta Net, se localizaron dos ejemplares recién nacidos muertos, de unos cuatro centímetros de longitud de caparazón, en la zona donde hay salicornia de la playa de Eucaliptus, en Amposta (Tarragona). La localización de estas crías, en una zona con vegetación, y separadas entre ellas por de un centenar de metros, hace pensar que, el 2017, una hembra reproductora puso en esta playa o en una zona muy próxima. Los ejemplares encontrados salieron del nido pero, por causas desconocidas, no llegaron mar adentro y fueron devueltos a la playa o murieron antes de llegar.


Atención a futuras puestas

Muy posiblemente, tras un temporal marino, las crías fueron arrastradas hasta la franja de salicornial, donde permanecieron todo el invierno hasta el momento de su descubrimiento en marzo. Un enigma que queda por resolver es porque pasaron desapercibidos los rastros de entrada y de salida de la hembra adulta cuando realizó la puesta en un tramo de playa bastante frecuentado. Posiblemente, la limpieza diaria, con medios mecánicos, de las primeras decenas de metros de línea, borrarlos. Es interesante destacar que un ejemplar juvenil de tortuga marina encontrado en la década de 1990 se localizó en una playa muy cercana.

Habrá que esperar un tiempo para comprobar si las últimas reproducciones detectadas en Cataluña son un hecho aislado o si, en cambio, representan el inicio del establecimiento de una nueva zona de reproducción de la tortuga boba en el Mediterráneo Occidental. En cualquiera de los casos, será necesario aumentar el esfuerzo en la detección de rastros de hembras que salen del mar para realizar las puestas y, en estos casos, establecer medidas de protección de los nidos, especialmente si se localizan en playas de uso balneario.


Una especie muy viajera

La tortuga boba es una de las siete especies de quelonios que actualmente habitan el medio marino. Todas están clasificadas como amenazadas o en peligro de extinción. Los principales peligros están asociados a alteraciones del hábitat -tanto en el medio marino como en las zonas de reproducción a las playas-, a la contaminación -tanto la química de las aguas como la lumínica en las zonas de reproducción- ya la captura accidental durante las actividades de pesca.

Estos quelonios son muy viajeros y llevan a cabo grandes migraciones a lo largo y ancho de mares y océanos, mostrando una distribución cosmopolita, aunque principalmente nidifican en las playas de las regiones de clima subtropical y templado, como Omán, la costa este de Estados Unidos y Brasil, el Caribe o las islas de Cabo Verde. Sólo nacer, las tortugas inician un viaje muy largo, nadando entre 17 y 33 años, hasta que alcanzan la madurez sexual y se reproducen en alta mar. Entonces, las hembras vuelven, normalmente, en la playa donde nacieron, y allí hacen sus nidos. En el Mediterráneo oriental se conocen algunas poblaciones reproductoras estables, formadas por entre 3.000 y 4.000 hembras adultas reproductoras, básicamente en Grecia, Turquía, Chipre y Libia.


Diez casos de reproducción en Cataluña

La tortuga boba es una especie relativamente frecuente en la subcuenca occidental del Mediterráneo durante todo el año, donde ejemplares juveniles y subadultos encuentran un área de alimentación muy importante a los grandes praderas de fanerógamas marinas.

Su nidificación en el litoral mediterráneo occidental, desde la Provenza hasta Andalucía, es un hecho muy ocasional, aunque existe un creciente número de episodios desde mediados del siglo XIX. Desde 2006 se han reportado diez intentos anteriores de reproducción, cinco con éxito, en la costa catalana, distribuidos entre la Selva y el Tarragonès. El aumento del número de intentos de reproducción de los últimos años en la costa mediterránea occidental, incluyendo las islas Baleares, Córcega y Cerdeña, se ha asociado a un incremento progresivo de la temperatura, debido al cambio climático. En el delta del Ebro solo se conocía un caso de reproducción, en 1990, a raíz del hallazgo de un ejemplar juvenil muerto en las playas del hemidelta sur.


Llamada a no manipular los ejemplares

La presencia de tortugas en nuestras playas es un hecho extraordinario pero creciente en Cataluña y de una gran relevancia en el contexto de los esfuerzos para proteger esta especie amenazada. El personal técnico y de conservación insiste en hacer un llamamiento a la colaboración ciudadana y recuerda que, en caso de encontrar, es muy importante no manipularlas y avisar enseguida a Emergencias de Cataluña a través del teléfono 112.

Las que salen a poner son muy vulnerables y cualquier interferencia, como el ruido, el flash de las fotografías, o su manipulación, puede causar que vuelvan al agua y pierdan la puesta. Por eso es importante mantenerse a distancia mientras se espera que llegue el personal especializado.

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