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En la campaña de 2020 (que irá del 17 de junio al 10 de julio) se intervendrá en dos áreas del conjunto arqueológico: en el sector de la necrópolis de Calars y el sector Poblado
Etiquetas entorno, patrimonio, arqueologia, gandesa, terra alta, terres ebre
Publicado el22/6/2020
Vista aerea del yacimiento. Foto: Rutadelsibers.cat
Esta semana han comenzado los trabajos arqueológicos en el yacimiento de Coll del Moro, un asentamiento íbero fortificado de unos 3.350 metros de la tribu de los ilercavones, que se encuentra en el municipio de Gandesa y que forma parte de la Ruta de los Iberos.
En En la campaña de 2020 (que irá del 17 de junio al 10 de julio) se intervendrá en dos áreas del conjunto arqueológico: en el sector de la necrópolis de Calars y el sector Poblado.
Desde de 2014 un equipo de investigación de la Universidad de Barcelona y el Institut Català d'Arqueologia Clàssica lleva a cabo trabajos de excavación en el yacimiento y han hecho tanto prospección geofísica como pedestre, en la zona de hábitat y en las zonas bajas que se extienden a sur y este del territorio de Coll del Moro.
Los trabajos están dirigidos por Rafael Jornet (UB), Carmen Belarte (ICREA-ICAC), Joan Sanmartí (UB), David Asensio (UB), Jordi Morer (UB) y Jaume Noguera (UB). El proyecto cuenta, además, con la colaboración y apoyo del Ayuntamiento de Gandesa.
Excavar con la COVID-19
La planificación y organización de la campaña se ha visto afectada por el contexto de la Covid-19 y se han tenido que tomar varias medidas para adaptar las condiciones de trabajo en la seguridad necesaria y evitar los riesgos de contagio.
Resultados esperados
En cuanto la excavación del hábitat, el equipo se plantea terminar la excavación de la cisterna (comenzada en los años 80) y fijar la secuencia cronológica de las diferentes fases de utilización, que podría remontarse al siglo VI aC hasta el siglo III-II aC y que parece que se remacha definitivamente (datos que habrá que confirmar o matizar con la excavación).
Un yacimiento con una larga historia de excavaciones
El conjunto arqueológico del yacimiento de Coll del Moro aparece mencionado por primera vez por el famoso arqueólogo y catedrático de Prehistoria de la Universidad de Barcelona, Pedro Bosch, en 1914. En su diario inédito de excavaciones, describe restos de paredes cortadas por la construcción de la carretera y materiales cerámicos, entre los que destaca la cerámica ibérica en turno, con y sin decoración pintada.
Pero, la primera intervención no tuvo lugar hasta 1953, con motivo de la erección de un monumento conmemorativo en el puesto de mando del general Franco durante la batalla del Ebro que se situó en el sector oriental de la necrópolis y que se conoce como Calars. En aquella ocasión, se excavaron seis túmulos en una intervención de rescate publicada por el Doctor Salvador Vilaseca en 1954.
Los años 1971 y 1974 se promovieron trabajos de excavación desde el Museo Arqueológico de Tarragona, bajo la dirección de Manuel Berges y Màrius Ferrer, que se centraron en los sectores de la necrópolis de Calars y Campo Teuler. El estudio exhaustivo de estas estructuras y sus materiales fue objeto de una tesis doctoral por parte de la Dra. Núria Rafel (Universidad de Lleida), que retomó los trabajos arqueológicos en la necrópolis y el hábitat.
El hábitat fue objeto de excavación por primera vez entre los años 1972 y 1976, bajo la dirección de Manuel Berges y Màrius Ferrer y, a partir de 1982, con la adquisición de los terrenos por la Generalitat de Catalunya, se iniciaron las excavaciones programadas, con intervenciones regulares hasta inicios de los años 90 (en 2006 y 2007, el mismo equipo dirigido por Núria Rafel excavó el interior de la torre).
En 2014 se retomaron los trabajos de excavación en el asiento del Coll del Moro de Gandesa, en el marco del proyecto de investigación «El primer milenio AC los territorios del curso inferior del Ebro: la formación, desarrollo y disolución de la cultura ibérica 2014-2017 », liderado por la Universidad de Barcelona y con la participación del ICAC.
Hasta ese momento, las intervenciones (iniciadas en los años 70) se habían centrado en el área norte, el área de la torre o fortín del Coll del Moro y en estructuras cercanas, pero el hábitat se conocía poco. La ampliación de la zona de excavación permitió localizar los restos de un sector de hábitat del siglo III aC, con numerosos vestigios de cimientos de casas y calles.
La tercera campaña de excavación (2016) permitió documentar un conjunto de estructuras interpretadas como una almazara del siglo III aC, el más antiguo de Cataluña, que pertenece al ibérico pleno y se abandonó hacia el año 200 aC . Por encima hay una fase posterior, romanorepublicana, del 125 aC aproximadamente.
Los últimos trabajos arqueológicos se han centrado en la excavación de la llamada "zona 2": un conjunto de edificios complejos formados por un cuerpo rectangular, con varios ámbitos y adosado a un probable muro de cierre. Las edificaciones se comunican entre sí mediante unos recintos absidales que, probablemente, tenían una función defensiva.
La campaña de excavación de 2019 (del 8 al 27 de julio) fue fundamentalmente de dibujo y documentación de estructuras. Los trabajos formaron parte del proyecto de investigación UB-ICAC «Formació, desenvolupament i dissolució de la cultura ibèrica al curs inferior de l'Ebre (s. IX-I aC)», dirigido por Rafael Jornet (UB - Mundo Iber ROCS), Maria Carmen Belarte (ICREA-ICAC), Jordi Morer (Mundo Iber ROCS), David Asensio (UB - UAB - Mundo Iber ROCS) y Joan Sanmartí (UB). Con la financiación del Departamento de Cultura de la Generalidad de Cataluña y el Ayuntamiento de Gandesa.
Por: Redacció
Foto: Rutadelibers.cat
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