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[REPORTAJE] Hay rincones en el Alt Maestrat que funcionan como una pequeña máquina del tiempo, donde los años no penetran entre las piedras y arcos que forman sus estructuras
Etiquetas turismo, alt maestrat, ares del maestrat, culla, cati, benassal, albocasser, ,
La Mola de Ares
‘Human Land'. Tierra de humanos. El Alt Maestrat Human Land condensa en los pueblos de Culla, Catí, Benassal, Ares y Albocàsser la historia de la humanidad: la evolución del hombre con sus guerras, miserias y éxitos; la rica gastronomía local a base de frutos cosechados en sus campos o la belleza de ermitorios dedicados a los santos religiosos; como Sant Pau en Albocàsser o l'Avellà de Catí. Pero también es tierra de conquistadores, protagonistas de fábulas e historias como Joan Brusca, primer poblador de Albocàsser que posteriormente también ocuparon los cátaros. Como Blasco de Alagón, conquistador de Jaime I del territorio. Como el general Cabrera, mítico líder carlista que hizo de estas tierras su fortín hace dos siglos. Como los caballeros templarios, que recorrieron medio mundo y eligieron los montes soberanos del Alt Maestrat para construir sus fortalezas inexpugnables en Culla. Todas estas historias permanecen intactas con el paso de los siglos, y quedan en el legado humano por detalles y monumentos recuperados y restaurados que ahora forman parte del patrimonio artístico y cultural de estos pueblos.
Los portales templarios de Culla
Sant Pau de Albocàsser
Detalles únicos en todo el mundo como el arte rupestre levantino presente en el Barranc de la Valltorta de Albocàsser o el Barranc de Gasulla de Ares con su imponente Cova Remígia. En el abrigo de Ares se contabilizan hasta 759 figuras en buen estado de conservación donde predominan escenas de caza y representaciones de animales heridos con multitud de claros y delicados elementos. Ambas localizaciones se instauran en mitad de un paraje natural, entre fauna y flora autóctona como cabras montesas o águilas perdiceras, y entre construcciones de piedra en seco tan relevantes que son consideradas Patrimonio de la Humanidad.
Pero si la humanidad ha florecido y sobrevivido, lo ha hecho por el acceso al agua. Un regalo divino para el que la posee, piense en Catí o en Benassal, donde las fuentes de l'Avellà y de la Font d'En Segures todavía siguen brotando y se embotellan para el consumo diario. La de Benassal es considerada como una de las mejores aguas del mundo por sus propiedades medicinales, característica preciada que hizo que se declarara, en 1928, como bien de utilidad pública. Desde hace décadas, el agua de la Font d'En Segures es aprovechada continuamente por el Balneario, un lugar único donde descansar y reposar. De igual modo, el agua de la font de l'Avellà de Catí también se consideró de utilidad pública por sus propiedades curativas y diuréticas. De hecho, en 1544 se sitúan los inicios de construcción del balneario de l'Avellà debido al milagro que su agua provocó en una anciana ciega y leprosa, que quedó curada de sus males tras lavarse con el agua del manantial. Con el paso del tiempo, las diferentes generaciones construyeron una preciosa ermita, y una casa de baños para visitantes y turistas.
Fuente d'en Segures de Benassal
Tan importante fue vivir a costa del agua, que en Ares construyeron cinco molinos en un barranco para poder servirse de su fuerza. El Barranc dels Molins son construcciones antrópicas, vestigios de una sociedad en la que utilizar el agua era vital para sobrevivir. Como las norias de los pozos que inundan los campos y bancales del territorio. Incluso en Ares aprovechaban la nieve, guardándola en las ‘neveras' naturales y comercializando con ella en tierras que escaseaba. Hoy siguen en pie las neveras de Ares, transformadas en centros de interpretación turísticos.
Hay rincones en el Alt Maestrat que funcionan como una pequeña máquina del tiempo, donde los años no penetran entre las piedras y arcos que forman sus estructuras. Es el caso del Arc de la Mola de Benassal, el Porche gótico de la antigua lonja de Ares o la antigua prisión de Culla, que siguen siendo refugios de la historia. Lugares donde los relojes fluyen más lentos y que forman parte de un territorio guardián coronado por los altos del castillo de la Mola de Ares y de Culla. En ‘Alt Maestrat Human Land' puedes pasearte por la historia de la humanidad.
Capilla Sixtina del Maestrat, a Catí
Más información en el web www.altmaestrat.es
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