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Cada año, en la comarca se organiza la Mostra de la Trufa Negra, un lugar donde proveedores, recolectores, comensales, cocineros y demás agentes de esta cadena participan para saborear y descubrir las novedades del sector
Etiquetas de la terra, trufa, producte proximitat, producte local, alt maestrat, human land
Publicado el20/10/2023
Un tesoro para los restaurantes y una delicia para los paladares. La trufa de l'Alt Maestrat se ha convertido, por derecho propio y por cotización al alza en el mercado nacional, en un producto suculento y atractivo para las cocinas. Por su suave textura y su potente sabor. Por su versatilidad a la hora de combinar o condimentar. Por el carácter que imprime a cada plato. La trufa, también llamada 'diamante negro', es uno de los representantes gastronómicos más internacionales de la comarca de l'Alt Maestrat. Una bandera culinaria que evoca innovación y vanguardia por todo el planeta a partir del trabajo meticuloso y costoso de la extracción a mano en las tierras cultivadas del territorio Human Land.
La trufa negra (Tuber Melanosporum), y en especial la de procedencia Human Land, tiene la cualidad extraordinaria de convertir cualquier plato en un manjar. Puede acompañar pescados, carnes, salsas e incluso pastas. Se la puede cortar a láminas, en rodajas o a dados. Múltiples y variadas opciones a elección del chef. Cada año, en el Alt Maestrat se organiza la Mostra de la Trufa Negra. Un lugar donde principales proveedores, recolectores, comensales, cocineros y demás agentes de esta cadena participan para saborear y descubrir las novedades de un sector que enmaraña las tendencias culinarias más actuales con el cuidado, sembrado y trabajo de la tierra de donde nacen estos diamantes comestibles. Y, por otro lado, se afianza el producto entre turistas que desconocen la poderosa influencia que el hongo tiene sobre los platos.
Su condición de tesoro lo es tanto por su sabor único, como por la compleja situación climatológica que se debe poseer para facilitar su crecimiento. Esto significa que la trufa negra crece en terrenos soleados en torno a los 1000 metros sobre el nivel del mar, con temperaturas moderadas entre 11 y 14 grados y lluvias superiores a los 600 mm al año. Una combinación indispensable y, a la vez, difícil de dar con ella. Una situación que afecta tanto al clima como a la orografía del terreno. Particularidades de un hongo que, además, se busca y se encuentra con perros truferos. Olfatos hiperdesarrollados que se han convertido en el mejor aliado y herramienta para encontrar el 100% de lo que el campo produzca.
Las trufas negras han adquirido mucha relevancia mundial durante las últimas décadas. Del mismo modo, existe la trufa de verano, que comparte muchas características con las de invierno como el aspecto externo o su desarrollo en los mismos campos y bancales tanto de carrascas como de avellanas en el Alt Maestrat. La fortuna de esta tierra es que durante todo el año es capaz de obtener trufas, tanto negras como blancas. Tanto en invierno como en verano. El consumo de trufas sube año tras año, siguiendo la estela que Francia deja sobre el marco gastronómico europeo. La trufa se integra cada vez más en los menús y las cartas de los restaurantes españoles. Un producto estrella que brilla como los diamantes lo hacen en las minas.
Por: Redacción
Fotos: Cedidas
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