La especie recientemente localizada no es ni más ni menos que otro bivalvo, un bivalvo asiático de grandes dimensiones, la Woodiana (Sinanodonta woodiana)
Publicado el24/11/2016
Por: Marco Pla, editor del blog Ebre i Bosc
Exemplar de Woodiana (Sinanodonta woodiana) | Foto: Marco Pla (Ebre i Bosc)
Esta mañana una mala noticia ha llegado de repente y casi sin esperarlo, digo casi porque todas las quinielas apuntaban a que más tarde o más temprano la siguiente especie sería detectada en el Ebro.
La especie recientemente localizada no es ni más ni menos que otro bivalvo, un bivalvo asiático de grandes dimensiones, la Woodiana (Sinanodonta woodiana), localizada en el pantano de Mequinenza por agentes para la Protección de la Naturaleza del Gobierno de Aragón. Algunos ejemplares localizados en el embalse miden 15 centímetros de longitud, por lo que se cree que esta especie ya hace varios años que vive en el Ebro, habiendo pasado desapercibida. Ver publicación www.heraldo.es.
Al leer el artículo me hace reír la medida preventiva que se llevará a cabo para mitigar el avance de la especie por parte de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), que consiste en el control del movimiento de embarcaciones, al igual que se hace con las corbículos, los mejillones cebra y el caracol manzana. Por cierto, poblaciones que no han parado de crecer.
Hay que ser objetivos y reconocer que el control de embarcaciones no parará la expansión de la Woodiana, ya que la colonización del Ebro por parte de la especie se debe a su peculiar ciclo reproductivo, donde las hembras, una vez fecundadas, liberan unas larvas que se fijan a las branquias y aletas de los peces, y estos son los que se cuidan de la propagación. Además, esta especie tiene una alta tasa de reproducción y una gran capacidad de dispersión, utilizando una gran cantidad de peces como huéspedes, incluidos peces autóctonos.
Woodiana (Sinanodonta woodiana)
La distribución de la Woodiana en otros ríos, en este caso de Cataluña, se remonta a 2007 cuando se descubrió el río Ter, posteriormente un estudio publicado en 2009 confirmó su presencia en dos ríos más; el Fluvià y el Daró.
Esta especie tiene una alta tasa de reproducción y una gran capacidad de dispersión, utiliza una gran cantidad de peces como huéspedes, incluido peces autóctonos, por tanto supone un grave peligro debido a su competencia con las náyades autóctonas, tanto por la alimento, como por el espacio (sustrato) y la reproducción.
Los ejemplares adultos pueden superar fácilmente los 20 centímetros, toleran espacios modificados y una relativa contaminación del agua. Para vivir prefieren sustratos de limos o barro, con aguas turbias o fuerza sombreadas.
Esta nueva especie por el Ebro, detectada en Aragón y que no tardará en llegar al tramo del Ebro catalán, donde pondrá en peligro las escasas poblaciones de náyades autóctonas, ya bastante castigadas en los últimos años debido a los últimos cambios ambientales que ha sufrido el Ebro, causados principalmente por el desorbitado "aprovechamiento" hídrico en todos sus ámbitos y la proliferación de otras especies exóticas.
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